17.3.11


Amanece un nuevo día en Tokio. La última réplica fue anoche y no fue más que un ligero temblor (en Tokio), no más fuerte que los del verano pasado. Por primera vez en unos días, me levanta el teléfono en vez de un terremotín, es Sakie, me dice que conecte las noticias. La noto bastante contenta. Veo cómo desde un helicóptero echan agua a los reactores de Fukushima. Todavía algo escéptico le digo que sí que pero que los niveles por aqui cerca cómo están. Busco y rebusco en la web noticias, informes, testimonios. En los medios de habla hispana, bueno, caso aparte, no voy a hablar de ello porque bastante los han destripado ya, pero sin embargo, confirmo, la información que os están transmitiendo, a los españoles, no es precisa. Yo no hablo de mentiras, ni de mala intención, pero sí de sensacionalismo y de falta de profesionalidad (ojo, no se puede generalizar a todos los medios tampoco). Me remito a los americanos, ingleses, bueno, la cosa tampoco mejora mucho así que me centro en los medios japoneses y en especial a las conferencias de prensa del portavoz del Gobierno, el Sr. Edano (que vaya paliza se está dando el hombre) así como de representantes de TEPCO, ministerio de defensa, etc. Parece ser que aún la situación no es "apocalíptica." Así que a la ducha.

Lo peor de toda esta situación es cómo lo pasa la familia. Cualquier español en Japón ahora mismo de los 2000 que andamos por aquí (según la embajada española) os dirá lo mismo. En mi caso personal, en un momento de stress y de no poder sobrellevar la amenaza bajo mis pies de una nueva sacudida de magnitud 7 u 8 me llevaron a considerar seriamente ayer la posibilidad de viajar hacia el sur, a reunirme con mis amigos y a afrontar la situación con algo más de distancia de por medio. Pero tenía un dilema.

Sakie no podía venir. Su familia sigue en Tokio, bueno, más hacia Kanagawa. Su abuela y su tía siguen sin ser localizadas y el contacto con las diferentes escuelas en Sendai en donde podían haber sido refugiadas aún no era posible (a día de hoy aún no se si es posible). "No puedo irme y dejar a mi familia aquí", me decía, por lo que al final, no me fuí. Es más, sus esfuerzos en tranquilizarme incluso me hacían pensar que en vez de protegerle yo a ella, era ella la que me estaba protegiendo a mi. Su hermano, a través de Skype, se mofaba (con buena intención) de mi temor a un nuevo seísmo, algo que los japoneses afrontan con una frialdad y un temple envidiables, están más que acostumbrados.

Sakie me repetía constantemente que se quedaba, que mientras su familia no decidiera irse por orden de evacuación, agotarían hasta la última esperanza de encontrar a los familiares que faltaban. Y en ese momento, poco antes de acostarme, lo vi, lo comprendí. Yo no podía huir de Tokio, no tenía sentido ir al sur, a Osaka, o a Kioto, o incluso más lejos a Fukuoka. ¿Irme sin ella? Imposible, no me lo perdonaría. Me costarán muchas palabras todavía para tranquilizar a mi familia, aunque escriba todos los días y facilite "ruedas de prensa" día a día, nunca será suficiente. Pero es que para Sakie es lo mismo, por lo cual, me quedo, en Tokio, puede que hasta que sea demasiado tarde y tengamos que hacer colas de 5 horas para coger un autobús en medio de la noche con lo puesto con otro millar de evacuados en vez de viajar ahora cómodamente en Shinkansen a quedarme en un hotelito muy cuco, pero NO me iré sin Sakie.

4 comentarios:

  1. hola Manu:
    soy la hermana de Paula Alonso, vivo en Saitama, Koshigaya. y como tu he decidido quedarme aqui, con mis dos hijos y me marido. si te puedo ayudar en algo, buscame en el facebook de Paula, me llamo Bea.
    Animo, un abrazo ,

    Bea

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  2. Con perdón por la expresión, con dos cojones.
    No se hasta que punto en los telediarios de aquí nos están vendiendo una situación apocalíptica o no, al igual que no se si los noticiarios japoneses tienden a enfriar o normalizar una situación más grave de lo que reflejan, es dificil de saber.
    Está siendo realmente interesante leer esto , Manolo.
    Cuidate!

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  3. Gracias Javi, os están vendiendo una situación en Tokio (ojo eh, en Tokio) q no es. Por supuesto, al norte las cosas están muy mal, como en cualquier desastre natural de esta magnitud, pero eso de las evacuaciones en la capital, vamos, una broma de mal gusto.

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  4. Bea, se perdio mi comentario de ayer, no te encontré en facebook! Encantado de todas formas, prueba a ver si me encuentras tu! Tu hermana es una crack absoluta! :)

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