Es curioso empezar algo en el último día del año en vez de en el primero, ya sabeis, como propósito de año nuevo y esas cosas. Como todos los años, me siento un momento en el suelo, en silencio, y pienso, en lo que ha sido este año y en lo que podría haber sido.
Pero esta vez es diferente. Estoy sentado en una alfombra de terciopelo, a 10.000 km de mi ciudad, el sol entra por la ventana con fuerza, extrañamente intenso tras varios días teñidos de un frío que no importa cuanta ropa te pongas, te hace sentir que caminas desnudo. El viento sopla muy, muy fuerte y yo le abro la ventana y le invito a entrar, no ha sido mala idea. Todo está en calma, de vez en cuando se escucha algún diálogo en japonés entre personas mayores felicitándose el año nuevo, a diferencia de España, aquí no huele a Navidad y en cierta manera, tras 32 años de celebraciones sumidas en un vórtice de repeticiones, una y otra vez, lo agradezco.
Es la primera vez que paso el fin de año fuera de España. Hubiera sido imposible imaginar hace 364 días que iba a estar aquí sentado, en Chigusadai, bebiéndome un té frío embotellado y comiendo mandarinas, mirando el futón lleno de sol y sonriendo como un niño pequeño con un buen fajo de billetes en una tienda de juguetes y todo el tiempo del mundo. Al fin, lo conseguí.
He amado Japón y la cultura japonesa prácticamente toda la vida. Es algo que no se puede explicar muy bien, de hecho, si le preguntas a cualquier extranjero que lleve viviendo tiempo aquí te mirará con cara de "me acabo de dar cuenta de que estoy en Tokyo" y no sabrá responderte. Puede que siendo el año en el que lo perdí todo, el año en el que mi vida dejó de ser mi vida para ser otra cosa bien distinta, tenga aún más significado. Lo conseguí, maldita sea, lo conseguí, y ojalá, muchos de vosotros pudiérais estar aquí para verlo (pero solo unos días que tengo muchas cosas que hacer).
En este blog pretendo poner una foto al día y contaros algunas cosas de como es la vida en Japón, no porque le vaya a servir de ayuda a alguien que quiere, como yo quise hace no mucho, buscar información sobre como trabajar en Japón o consejos para viajeros, lo siento pero no, de hecho, mi vida aquí no es precisamente ejemplar, aun así os puedo asegurar que he aprendido a disfrutarla. He decidido ponerme a escribir otra vez por varios motivos, para desahogarme, para que todos los que se me quejan en el maldito Facebook (que al final no lo cierro porque mi hermana, con elegancia y sutileza como solo ella sabe, me convenció para que no lo hiciera) de que siempre escribo en inglés puedan leer en español y en definitiva, porque me apetecía escribir que es algo que siempre he hecho y que lo he tenido apartado durante mucho tiempo.
Y hablando de escribir, me acabo de cansar de hacerlo así que no diré más por hoy. Esta noche es fin de año, estoy en Tokyo y voy a contar hacia atrás en la planta 52 de una de las torres mas altas de la ciudad, viendo un mar de luces, neones y de noches que conforman mi realidad ahora. Lo conseguí. Os deseo lo mejor a todos para el 2010. Manu (o Manolo, o Manueru, o lo que sea) desde Tokyo. Cierro.
31.12.09
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